La eternidad de la vida
¿Qué es la vida? ¿Cuál es la esencia de la vida, será solamente de la presente existencia, o será eterna?
Estas interrogantes, realmente, son un eterno misterio. Pero, desde hace siglos atrás, muchos llamados sabios o filósofos, cada cual quisieron explicar como conclusión su propia teoría respecto de la vida.
La eternidad de la vida, es un enfoque que ciertamente no es exclusivo del Budismo; esta idea fue ampliamente aceptada entre muchas de las antiguas religiones de la India. El Budismo, descubrió la Ley de «Causa y Efecto» que funciona en torno del flujo de la vida. Sin embargo, el enfoque de «Causa y Efecto» todavía está basado en el fatalismo o determinismo, y virtualmente niega la existencia de la libre decisión. Entendiendo más profundamente la Ley de causalidad, el Sufra del Loto, enseña que las personas poseen una fuerza inherente por la cual pueden desafiar el destino y romper sus propias cadenas.
Las causas que uno ha formado en el pasado ponen de manifiesto los efectos correspondientes en el presente y las acciones del presente a su vez adaptan el futuro. Sin embargo, en la medida que nuestra vida en este mundo esté predestinada como resultado de las causas pasadas, uno no podría mejorar su destino individual. Como no se puede volver al pasado y cambiar las causas pasadas, se tendría que resignar a las circunstancias presentes, por lo tanto, estamos imposibilitados de cambiar el presente. Esa es la visión más común, de que el destino ya está establecido.
En contraste a este concepto, el Sutra del Loto esclareció que la realidad de la vida es eterna e inmutable y existe independientemente de las conductas (Karma) que se haya creado de acuerdo con la Ley de causalidad, y enseña que es posible cambiar el destino y por consecuencia también el futuro, poniendo de manifiesto la vida inherente. Para que la gente comprenda esto, el Sutra del Loto, a través de un análisis detallado de la vida, clarificó el sistema de ‘la vida y la Ley’ mediante la cual ésta funciona.
El concepto de la eternidad de la vida no puede ser comprendido fácilmente por la gente contemporánea, aunque el mismo fue parte integral de las antiguas religiones de la India. Este concepto es uno de los temas más controvertidos. Por otra parte, la eternidad de la vida no puede ser verificada científicamente. Si los científicos desean analizar el estado en el cual continúa la vida después de la muerte física, deberán primero comprender qué es realmente la vida. Pero, todavía no hay métodos científicos con los cuales comprender la cualidad esencial de la vida misma.
Las hipótesis religiosas deben juzgarse según lo bien que explican el fenómeno de la vida, que parece inexplicable para la inteligencia humana común. El concepto del Budismo de que la vida es eterna, y sin embargo, ésta experimenta un cambio constante de una forma a otra, es la explicación más justa para dar cuenta de las diferencias que existe en los diversos destinos de los seres humanos, desde el mismo momento en que venimos al mundo.
Las personas nacen en diferentes circunstancias y condiciones que deben desafiar si desean obtener la felicidad. Si no se afirma la existencia previa de una persona que vive en el presente, el destino o Karma de esa persona será atribuido a un ser absoluto y sobrenatural, o simplemente a la pura casualidad.
La herencia por sí sola no puede explicar nuestras diferencias, porque existen diferencias incluso entre niños que nacen de los mismos padres.
En conclusión, la explicación más razonable es que la vida continúa eternamente, dependiendo de la Ley del Karma o «Causa y Efecto» que actúa sobre el pasado, el presente y el futuro.